Hiperhidrosis

Sudoración excesiva

La sudoración excesiva, conocida como hiperhidrosis, está asociada a una serie de problemas fisiológicos y psicológicos. Los problemas fisiológicos incluyen, por ejemplo, irritación de la piel debida a infecciones bacterianas o fúngicas, verrugas causadas por el virus del papiloma humano o infestación por hongos del lecho ungueal. Los problemas psicológicos incluyen pérdida de autoestima, los pacientes evitan el contacto físico, empiezan a limitar sus relaciones y contactos sociales y pierden gradualmente el interés por su entorno, lo que puede provocar la depresión clínica.

El grado de sudoración, y por tanto la gravedad de la enfermedad, varía.

La sudoración excesiva puede ser localizada, es decir, asociada sólo a una zona determinada del cuerpo. Algunos ejemplos son la hiperhidrosis palmoplantar o la acrohiperhidrosis, es decir, la sudoración excesiva de las palmas de las manos o los pies. En cambio, en la hiperhidrosis generalizada, la sudoración excesiva afecta a todo el cuerpo de manera uniforme.

En lo que respecta a las causas de la enfermedad, la ciencia médica distingue dos tipos de hiperhidrosis.

  • Hiperhidrosis primaria idiopática
    Esta forma de hiperhidrosis no tiene una razón evidente. Lo más probable es que esté determinada genéticamente y se manifieste en un funcionamiento excesivo de las glándulas sudoríparas. En la mayoría de los casos, este tipo de hiperhidrosis es localizada. La hiperhidrosis idiopática primaria afecta aproximadamente a entre el uno y el tres por ciento de la población.
  • Hiperhidrosis secundaria
    La sudoración excesiva está condicionada por la salud del individuo y las causas pueden ser muy diversas. Las enfermedades que causan hiperhidrosis secundaria incluyen la obesidad, la gota, la menopausia, el cáncer, la diabetes mellitus o una glándula tiroidea hiperactiva, y también puede manifestarse por una intoxicación con mercurio. La hiperhidrosis secundaria puede manifestarse como uno de los efectos secundarios de ciertos medicamentos, como los antidepresivos, la anticolinesterasa, la pilocarpina o el propranolol.